Biografías por órden alfabético

Vázquez Pallares, Roberto


Nació en Coalcomán, Michoacán el 18 de agosto de 1920. Fueron sus padres los señores Reinalda Pallares Chávez y Natalio Vázquez Sánchez. A los tres años quedó huérfano de padre y su señora madre se hizo cargo de la manutención de la familia, en circunstancias muy difíciles.

Luego de cursar la primaria en su pueblo natal, se trasladó a Guadalajara donde ya se encontraba su hermano mayor Natalio, y se inscribió en la Escuela Preparatoria de Jalisco, ahí realizó la secundaria y el bachillerato, y formó parte del feso.

Ingresó en 1939 a la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara, y durante sus estudios profesionales prestó gratuitamente sus servicios como instructor de laboratorio; de 1942 a 1943 fue preparador de Anatomía-Topográfica y en 1944 fue nombrado profesor extraordinario de las prácticas de Histología.

Se tituló de médico, cirujano y partero con la tesis “Diagnóstico precoz del cáncer de cerviz”, el 4 de mayo de 1945.

En la Ciudad de México realizó su entrenamiento en los laboratorios de Patología, Histología y hormonas del Sanatorio Español, donde también cursó su especialidad en Patología y Citología, además asistió al Laboratorio de Patología de la Clínica Mexicana de Oncología, bajo la dirección del doctor Conrado Zuckermann.

En 1947 regresó a Guadalajara donde introdujo la citología exfoliativa para la detección de cáncer cérvico uterino,1 también inició las campañas para la detección de dicho cáncer cérvico uterino, lepra y tuberculosis, y se le consideró uno de los cinco mejores patólogos del mundo.

Sus investigaciones científicas fueron recogidas en más de cincuenta artículos especializados.

En la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara fue profesor de Histopatología, Patología y Citología durante 56 años, por lo que en 1991 fue nombrado profesor decano de la Facultad.

En 1968 fue director de la Facultad de Medicina; durante su gestión modificó el plan de estudios y se pasó de los ciclos lectivos trimestrales a semestrales. Luego se le nombró jefe del Laboratorio de Patología, del Laboratorio Multidisciplinario y del Departamento de Patología del Centro Universitario de Ciencias de la Salud.

Sobre su estilo magisterial, Maribel Arteaga Garibay recuerda:

En el plano sentimental fue alguien que siempre unía a la gente. Mantenía excelentes relaciones con sus alumnos y apadrinó a varias generaciones. Muchos estudiantes aún lo visitaban después de haber egresado. Creo que dedicó más a la Universidad de Guadalajara que a su propia familia.2

También ejerció libremente su profesión en su consultorio, y desempeñó diversos cargos de su especialidad y en la administración en el imss, el issste y en la Secretaría de Salubridad y Asistencia.

En casi todos los hospitales de la ciudad ocupó la jefatura del Departamento de Patología, su última intervención en esta dimensión de su actuar profesional fue la instauración del Departamento de Patología en el Centro Médico Nacional de Occidente del imss, al cual se le dio su nombre.

Junto con otros colegas fundó las sociedades de Cancerología en 1948 y de Dermatología de Guadalajara, y de Patología y Citología de Jalisco; fungió como presidente de la Sociedad de Cancerología de Guadalajara de 1957 a 1958; de Cirugía de 1958 a 1959; de la Asociación Médica de Jalisco de 1965 a 1966; de Patología y Citología de 1974 a 1976; y de la Asociación Médica de Jalisco.

Los reconocimientos que recibió fueron: las preseas universitarias por su magisterio universitario Jesús Delgadillo Araujo por 25 años, Pablo Gutiérrez por 30 años y Fray Antonio Alcalde por sus 40 años; la presea de la Asociación Médica de Jalisco por la enseñanza en Patología, y la presea Roberto Mendiola Orta de la Sociedad Jalisciense de Anatomía Patológica y Citología en el Congreso Nacional de Anatomía Patológica; dos generaciones de médicos egresados de la Facultad de Medicina llevan su nombre.

En febrero de 1997 recibió el homenaje del Centro Universitario de las Ciencias de la Salud, en esa ocasión conceptualizó lo que debe caracterizar la práctica de la medicina: “El médico debe dar amor, conjuntarse con el paciente y desearle felicidad, sentir su enfermedad y convencerse de que ambos –nótese– ambos sanarán lo más pronto posible”.3

Falleció en Guadalajara el 28 de marzo de 2003.

Juicios y testimonios

Maribel Arteaga Garibay: “Su tío Beto era una persona que jamás estaba decaída; al contrario, mostraba talento para atraer la atención con chistes acordes al momento político del país, y sobre todo, de la Universidad de Guadalajara”.


Olivia Real Macías: “Desde niño fue un hombre líder. Anduvo de monaguillo y llegó a ser jefe de monaguillos. Él contaba con mucha gracia que esa experiencia lo marcó para toda la vida. Decía que desde entonces le gustó el dinero, porque le pagaban con lo de las limosnas; las niñas, porque las veía cuando iban en mayo al catecismo, y la bebida, porque le daban vinito en las misas”.


Referencias
  1. El doctor mexicano Eliseo Ramírez Ulloa desarrolló la citología exfoliativa lo cual no se le reconoció, en cambio el médico rumano Paanicolau la dio a conocer con su nombre a nivel mundial y Vázquez Pallares la introdujo en el Occidente de México. En “Contribuciones médicas a la investigación médica”, edición de la unam, síntesis de Francisco Javier Aceves para esta biografía. ↩︎

  2. Ricardo Ibarra, Doctor Roberto Vázquez Pallares. En sección Orgullo Universitario de la Gaceta Universitaria, 12 de mayo de 2003, p. 36. ↩︎

  3. Patricia Rodríguez, “Homenaje. Roberto Vázquez Pallares, uno de los cinco mejores patólogos del mundo”, La Gaceta, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 7 de febrero de 1997, p. 9. ↩︎