Biografías por órden alfabético

Vázquez Reyes, Hugo


Nació en Guadalajara, Jalisco, el 4 de febrero de 1922. Fueron sus padres los señores José Guadalupe Vázquez González y Sara Reyes Álvarez del Castillo.

Cursó la primaria en el Instituto Colón y en la Escuela Primaria Federal número 11. Su educación media la realizó en la Escuela Secundaria para Varones.

En la Escuela Preparatoria de Jalisco de la Universidad de Guadalajara realizó el bachillerato en Ciencias Físico-Químicas y Matemáticas. En 1938 fue preparador del laboratorio de Química de su Preparatoria; en 1941 –por sus altas calificaciones escolares– fue habilitado como profesor de las clases de Trigonometría y de Mecánica Racional, en la Escuela Politécnica; a petición del padre José María Arreola fue nombrado sinodal para los exámenes extraordinarios.

De 1943 a 1947 realizó sus estudios profesionales de ingeniería en la entonces Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de Guadalajara.

Durante sus estudios profesionales fue presidente de la Sociedad de Alumnos de su Facultad y militó en el Frente de Estudios Socialistas de Occidente. Hizo su servicio social en la sección de Meteorología de la Secretaría de Agricultura, en la Comisión Lerma-Chapala-Santiago, y en la Dirección de Obras Públicas del gobierno del estado de Jalisco.

El 31 de julio de 1947 presentó su examen de ingeniero civil con la tesis “Proyecto de abastecimiento de agua potable y drenaje en el fraccionamiento Quinta Velarde”. Obtuvo las más altas calificaciones en los exámenes profesionales, y el 3 de enero de 1949 recibió su título de ingeniero civil.

El 2 de septiembre de 1947 fue nombrado profesor titular de Estática y Resistencia de Materiales, en la entonces Facultad de Ciencias Físico-Químicas.

Compartió con los hermanos Parres Arias el premio que otorgó el gobierno del estado de Jalisco en el concurso para el diseño del monumento a los Niños Héroes de la avenida Chapultepec, el 12 de septiembre de 1947.

Durante la administración del presidente municipal de Guadalajara Heliodoro Hernández Loza, fue ingeniero jefe de sector y director general de Planeación de Servicios Urbanos y Obras Públicas, cargo que desempeñó hasta el 31 de diciembre de 1948.

Laboró como practicante, pasante e ingeniero en las oficinas de prestigiados profesionistas y en empresas de la ciudad, entre los que se encuentran los ingenieros Aurelio Aceves y Guillermo Brockman Obregón, y en la empresa Mantenimiento en Instalaciones Industriales.

En noviembre de 1949 colaboró en la organización del Instituto Tecnológico como jefe de especificaciones y presupuestos. En octubre de 1950 fue nombrado delegado de la Universidad de Guadalajara en el Congreso Nacional de Universidades, que se celebró en Guadalajara del 12 al 18 de octubre.

Fue acreditado como asesor especial para los proyectos de ampliación de los edificios de la Facultad de Medicina y de la Escuela de Enfermería, ante el Patronato del Hospital Civil, el 9 de febrero de 1951. En marzo del año siguiente formó el primer juego completo de planos de los edificios universitarios.

Realizó un viaje de estudios a Estados Unidos en 1953, y en noviembre de ese mismo año recibió un diploma del Colegio de Ingenieros Civiles de México por su labor durante el Segundo Congreso Nacional de Ingeniería Civil, efectuado en Guadalajara.

El 12 de enero de 1954 fue nombrado asesor técnico del comité de obras de la Zona Industrial de Guadalajara.

Un mes después fue propuesto y nombrado mediante la terna de rigor como director de la Facultad de Ingeniería, cargo que ocupó hasta 1965.

En abril del citado año de 1954 fue nombrado subjefe de la expedición científica al archipiélago de las Islas Revillagigedo, la cual alcanzó repercusión nacional.

En 1955 integró la comisión que a nombre de la Universidad organizó el homenaje al distinguido catedrático padre José María Arreola, en cuyo honor pronunció un discurso al imponérsele su nombre a una de las salas del Museo Regional de Guadalajara. El discurso fue publicado en el boletín especial de la Universidad de Guadalajara de julio de ese mismo año.

En 1957 publicó su libro de apuntes Mecánica de materiales, el cual muy pronto agotó su primera edición.

En el mismo año de 1957, y tras integrar la Comisión Permanente de Hacienda del Consejo General Universitario, fue electo miembro de la Comisión Especial Conjunta de Educación y de Hacienda para la reorganización de la Universidad.

Fue becado por la unesco en 1958 para efectuar un viaje de observación y estudio en las instituciones de educación superior de Alemania, Bélgica, Reino Unido y Francia, y adquirir así una visión más amplia en materia de organización educativa y en los métodos de enseñanza. En agosto de ese mismo año, la Cámara Nacional de la Industria y el Comercio, delegación Guadalajara, le otorgó un diploma de reconocimiento por su participación en el primer seminario de seguridad en las obras.

Otras de las múltiples actividades universitarias que desempeñó fueron: miembro de las Comisiones de Admisión de la Escuela de Arquitectura y de la Facultad de Ingeniería; integrante de la Comisión de Defensa Magisterial de la Federación de Profesores Universitarios; catedrático de la Facultad de Ciencias Químicas; en 1959 fue electo por el Consejo General Universitario como miembro de la terna para ocupar la rectoría; fue profesor titular de Estructuras curso I, director de tesis profesionales, miembro del Consejo de la Facultad de Ingeniería y jefe del Departamento de Estabilidad, a partir de abril de 1964.

El 1° de abril de 1965 tomó posesión como rector de la Universidad de Guadalajara. Desafortunadamente, su estado de salud no le permitió ejercer normalmente su mandato, y se vio obligado desde el mismo año de su elección a solicitar varias licencias para ausentarse de su cargo. El 15 de enero de 1966 solicitó nueva licencia por lo que el gobernador del estado Francisco Medina Ascencio se vio obligado a designar un rector interino en espera de su recuperación. Dicha licencia feneció el 17 de septiembre del mismo 1966.

En su paso por la administración pública fue, en 1959 y en 1960, representante del gobierno del estado de Jalisco y del Departamento de Educación Pública, respectivamente, en el jurado del Premio Jalisco, en la rama de ciencias. A partir de 1959 fue miembro del Patronato de la Habitación Popular, representante de las Asociaciones de Ingenieros y Arquitectos; colaborador en la programación de obras municipales para el trienio 1962-1964. Además fue socio fundador y tesorero del Instituto Mexicano de Valuación, sección Jalisco, perito valuador de dos bancos de Guadalajara y socio de la Asociación Civil de Ingenieros y Arquitectos de Guadalajara, en cuyo consejo directivo fue secretario de 1954 a 1955; de 1957 a 1958 segundo vocal; de 1958 a 1959 subsecretario; de 1959 a 1960 primer vocal; de 1960 a 1961 presidente; de 1961 a 1962 nuevamente primer vocal y de 1962 a 1963 fue reelecto primer vocal; y en 1962 se le eligió secretario de la Asociación Civil de Ingenieros Urbanistas.

Presidió varias delegaciones universitarias y de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de Guadalajara: a finales de octubre y principios de noviembre de 1961 representó a la citada Asociación en el el iv Congreso Nacional de Ingeniería Civil, celebrado en Veracruz. Participó en el ciclo intensivo de conferencias sobre la prefabricación de estructuras de concreto, organizadas en Guadalajara por el Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, en 1964.

Falleció el 8 de noviembre de 1966 en Guadalajara. Sobre sus momentos finales el doctor Amado Ruiz Sánchez escribió:

Tenté su frente olímpica, que traslucía palidez en cera; mi mano se deslizó suave sobre ella y se humedeció de frío trasudaba aún su cuerpo [...] y mi mano tembló y al volver mis ojos sobre la angustia hecha carne de sus familiares íntimos, se me inundan los ojos y una lágrima furtiva desciende sobre mi mejilla izquierda [...] Busqué su pulso y sólo acaricié su antebrazo yerto, helado, duro, seco, sus carnes se habían consumido en la lucha perdida por sobrevivir [...] me miran todos horrorizados y sólo acierto moviendo la cabeza aturdido... y volteo a verlo por última vez... ahí estaba como siempre, agudo, afilado de facciones, más sereno que en los días anteriores en que se revolvía de dolor y de ganas de vivir [...].1

El gobernador del estado Francisco Medina Ascencio y la comunidad universitaria en pleno, participaron en sus exequias en el Paraninfo Enrique Díaz de León.

La generación de ingenieros civiles 1961-1966 lleva su nombre, al igual que una calle de los Belenes, Zapopan.

Juicios y testimonios

Rafael García de Quevedo: “Hombre culto, maestro de respuesta siempre amable y docta; con acendrada sensibilidad por el deber que siempre cumplió con esmero y firmeza; vuestro esfuerzo creador es ya, referencia en generaciones de profesionales a los que enseñó sirviendo a la Universidad que tanto amó [...] A ella sirvió con la sencillez y rectitud que imprime quien cumple con su destino casual, generando fecundos años de magisterio; siempre con verticalidad en quehacer teórico infatigable, en proyección práctica indeformable; con actitud sencilla, por sabia, en el trato humano, con la evidente devoción de quien comprende la alta responsabilidad, que es privilegio de poder informar en la cultura, sembrar en las mentes fértiles, de orientar con la intensidad que produce el experimentado consejo ausente de egoísmo, pleno de sentido ético, por lo que nunca fue ajeno a los matices diversos de la complejidad humana”.


Amado Ruiz Sánchez: “Hugo el de la figura en enhiesta, aquijotada, el esposo adorado, el padre ejemplar, el hijo idolatrado, el amigo trascendente, el universitario puro, honesto [...] nos quedamos con su ejemplo hecho verdad, con su hombría universal que se desparrama en todos los rincones de la vida y en la Universidad, en la que sentó el principio de cultivo a la verdad, la adoración de la belleza y la superación con el estudio y la investigación [...]”.


Referencias
  1. Amado Ruiz Sánchez, “In memoriam: del señor rector de la Universidad de Guadalajara, Hugo Vázquez Reyes”, Ruiz Razura, Fabiola y Navarro Sánchez, Adalberto, Humanismo en una vocación científica, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1985. ↩︎