Biografías por órden alfabético

Yáñez, José María


Nació en la Ciudad de México, capital del Virreinato, el 16 de octubre de 1804.

El 2 de junio de 1821, muy joven, se incorporó al Ejército Trigarante. El 1° de febrero de 1823 se adhirió al Plan de Casa Mata, el cual provocó la abdicación del emperador Agustín I, por ese tiempo radicó en Tabasco. En 1828 en Tampico, combatió contra la expedición española del general Isidro Barradas y fue herido. En 1830 se incorporó al 8° batallón de infantería y en 1838, en Veracruz, combatió a los franceses.

El 20 de mayo de 1846, en unión a los liberales jaliscienses y a los militares Montenegro y Xicoténcatl, encabezó la sublevación federalista en Guadalajara, que destituyó al gobernador Antonio Escobedo y llevó al poder al licenciado Juan Nepomuceno Cumplido.

El gobernador Joaquín Angulo lo nombró inspector general de las milicias cívicas, organizadas para enfrentar la invasión estadounidense, el 2 de octubre de 1847.

El 20 de octubre de 1852, los promotores del Plan del Hospicio lo designaron gobernador de Jalisco, cargo que ejerció hasta el 10 de julio de 1853.

El 28 de febrero de 1853 expidió el decreto mediante el cual fusionó el Instituto de Ciencias del Estado de Jalisco en la Universidad de Guadalajara.

En 1854 el presidente de la república, Antonio López de Santa Anna, lo nombró gobernador de Sonora y, como tal, el 13 de julio enfrentó y derrotó en Guaymas la invasión que encabezaba el conde Gastón de Raousset de Boulbon, quien fue fusilado el 12 de agosto inmediato. Los comerciantes de Sinaloa y Tepic, en agradecimiento, le entregaron una espada de acero, con puño de oro, con la siguiente inscripción: “Al general José María Yáñez, salvador de la integridad del territorio nacional el 13 de julio de 1854, en Guaymas”.

Envidioso de su gloria, el presidente Antonio López de Santa Anna lo destituyó el 29 de agosto como gobernador y comandante general de Sonora, y lo sujetó a un consejo de guerra, al cual contestó el 23 de septiembre:

Abrigando la convicción más firme de que he cumplido fiel y lealmente con todos y cada uno de mis deberes respecto de la nación y del Supremo Gobierno, me someto tranquilo a las resoluciones superiores, dispuesto a rendir las más claras y completas cuentas de mis procedimientos.1

La ingratitud del general Santa Anna lo llevó al campo de los liberales moderados, y así formó parte del gabinete del presidente de la república Ignacio Comonfort del 6 al 29 de abril de 1856, como ministro de Guerra y Marina.

Apoyó a los conservadores en la Guerra de Reforma, y fungió como prefecto del Departamento de Guanajuato, durante el segundo imperio. En el informe confidencial que se le hizo llegar al emperador Maximiliano sobre sus colaboradores, así se le describió: “Hombre muy honrado, pero sujeto con demasiada frecuencia a las influencias de las personas hostiles a la intervención. En la administración de su Departamento, ha dejado hacer gastos exagerados e inútiles”.2

Al triunfo de la república en 1867, fue hecho prisionero, pero en vista de su heroica actitud en Guaymas, se le liberó e incluso se le asignó una pensión vitalicia.

Falleció en su ciudad natal el 9 de agosto de 1880. Se le inhumó con honores militares en el Cementerio del Tepeyac de la Villa de Guadalupe, y en octubre de 1919 sus restos fueron trasladados al Cementerio Nuevo de Guaymas, Sonora.


Referencias
  1. Alfonso Trueba, Aventurero sin ventura (Gastón de Raousset), México, Jus, 1957, p. 61. ↩︎

  2. Félix Eloin, “Libro secreto de Maximiliano en que aparece la idea que tenía de sus servidores”, Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México, México, volumen xlii, núm. 436, mayo de 1987, separata, p. xv↩︎