Educación media y superior (1855-1859)
En muy difíciles circunstancias se desarrolló la impartición de la educación media y superior en Jalisco, sin embargo, se hicieron grandes esfuerzos para propiciarla
y transformarla, dado que la educación fue considerada por los regímenes liberales como la auténtica panacea para la construcción de un nuevo país.
El sentir de los partidarios de la educación liberal se expresó en el poema de Ireneo Paz titulado “En la solemne apertura del Liceo de Jalisco”. Algunos de sus versos evocan a los autores que en los planes de estudios entraban en pugna:
[…] ¿Os acordáis? En estas mismas aulas
imágenes de muerte,
escuchamos la voz de la ignorancia,
que en su loca jactancia,
a Voltaire injuriaba con encono,
de Fourier se burlaba,
mientras soberbio trono
al retrógrado Balmes levantaba.
Empero ese edificio carcomido,
vergüenza de un país civilizado,
ya se encuentra caído
y por el pueblo libre pisoteado.
Ya no es el fanatismo quien impera,
sino una idea pura, refulgente,
que el mismo Dios, su impulso protegiendo,
la llenó con su luz indeficiente. 1
El capítulo precedente versó acerca de cómo el gobernador Santos Degollado decretó que se aplicara en su versión original el Plan General de Enseñanza Pública de 1847, y designó al canónigo de la Catedral de Guadalajara Juan José Caserta y Cañedo como presidente de la Junta Directora de Estudios.
Referencias
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Napoleón Rodríguez, Ireneo Paz, liberal jalisciense, México, Luzbel, 1985, pp. 62-63. ↩︎
Reorganización del Instituto de Ciencias (1855)
Se nombraron profesores para el Instituto de Ciencias considerando más su capacidad académica que su filiación política, entre los que estaban el doctor Leonardo Oliva para impartir Farmacia y Botánica y atender el Jardín Botánico; al doctor Pablo Gutiérrez –durante 1855– para impartir Obstetricia, Medicina Operatoria, Medicina Legal y Vendajes y, entre otros, el licenciado Jesús López Portillo para las cátedras de Jurisprudencia.
Las carreras y los cursos que se impartirían eran Jurisprudencia, Medicina, Farmacia, Matemáticas y Francés; registraron, como era de esperarse, una irregular matrícula: 1
Años | 1855 | 1856 | 1857 |
Estudiantes | 396 | 108 | 304 |
El presupuesto asignado al Instituto en 1856 2 fue de 30,000 pesos, cuya distribución fue: para la sección de Medicina 10,000 pesos; para la de Ciencias Naturales y de Aplicación 6,000 pesos; para la de Derecho y Economía Política 5,000 pesos; para el fomento de la biblioteca, gabinetes, Jardín Botánico y un periódico que habrían de redactar los profesores 9,000 pesos. Al Liceo se le asignaban los fondos que actualmente poseía el Instituto, y 6,000 pesos más de subsidio gubernamental, y se anunciaba que a partir de 1857 se establecerían dos liceos foráneos y el de niñas.
Aunque es difícil precisar cuándo dejó la presidencia de la Junta Directora de Estudios el doctor Juan José Caserta, ya que el cargo era considerado vitalicio –sin embargo era rotatorio entre los profesores del Instituto por falta de fondos–, se puede suponer que lo dejó al tomar el poder el gobernador Anastasio Parrodi, quien nombró para la presidencia de la Junta al abogado Miguel Contreras Medellín.
Nuevas cátedras de Medicina
El 25 de septiembre de 1856, el gobernador Anastasio Parrodi decretó el aumento de las cátedras de Medicina de siete a once, las cuales fueron: Anatomía Descriptiva, Clínica Médica, Clínica Quirúrgica, Obstetricia Teórica y Práctica, Cirugía Teórica y Operaciones, Pedagogía General y Especial, Higiene, Vendajes y Aparatos, Medicina Legal, Fisiología, Terapéutica y Farmacología y Botánica y Zoología. 3
Entre tanto, los liberales pugnaban por la aplicación de los principios de su partido, a través de la promulgación de la Ley Juárez que suprimía los fueros –eclesiástico y militar–, la Ley Lerdo que desamortizaba las fincas rústicas y urbanas propiedades de las corporaciones civiles y eclesiásticas, y la elaboración de un nueva Constitución –promulgada en 1857–, que en lo tocante a la educación en su artículo tercero dispuso que: “La enseñanza es libre. La ley determinará qué profesiones necesitan título para su ejercicio, y con qué requisitos se debe expedir”. 4
En Jalisco la nueva Constitución fue promulgada el 12 de abril de 1857. Es muy probable que por el sistema rotatorio, en mayo del citado año, el profesor Lázaro Pérez Gutiérrez fuera electo presidente de la Junta Directora de Estudios de Jalisco.
Por oficio del 4 de mayo, la Junta informó al gobierno del estado que a la fecha se tenía un adeudo de más de seis mil pesos, lo cual dificultaba extremadamente el desempeño de sus labores. 5
De junio de 1857 a 1858 –sin poder precisarse la fecha– el licenciado Jesús López Portillo y Serrano fue presidente de la Junta Directora de Estudios del Estado de Jalisco.
La cuestión del nanciamiento del Instituto
La aplicación de la Ley Lerdo, sobre la desamortización de bienes en manos muertas, hirió de gravedad a las instituciones educativas y de beneficencia, al privarlas de sus bienes raíces, por lo que el financiamiento se convirtió en un difícil problema por resolver.
Así, el 26 de junio inmediato, en vista de que no se habían asignado los recursos que urgentemente se necesitaban, el presidente de la Junta dirigió al gobierno las siguientes proposiciones:
Que los alumnos del Instituto al iniciar cada año sus cursos se matricularan en la secretaría pagando por derecho de inscripción cinco pesos; que concluidos los estudios teóricos de cada Facultad los cursantes sufrieran un examen general, y al solicitar éste pagarían veinte y cinco pesos. Cuando los alumnos se presentaren al examen requerido para obtener el título de profesores en su respectiva Facultad, pagarían previamente cincuenta pesos los de Medicina, los de Cirugía, los de Jurisprudencia y Farmacia; diez los de Flebotomía, veinte los que soliciten recibirse de escribanos, y veinte y cinco los que aspiren al título de agrimensor. 6
El 11 de julio la Junta presentó un “Proyecto sobre la creación de fondos para la Instrucción Pública”,7 en el cual proponían declarar como fondos de la instrucción pública: la contribución impuesta a las tiendas de abarrotes, tendejones, vinaterías, billares y otros establecimientos; contribución a las diversiones públicas; a la mitad de la pensión de tercios que se encuentra destinada al teatro; la alcabala impuesta a la jarcia, lana y chile; la pensión impuesta a las herencias forzosas; impuesto a los instrumentos públicos para la biblioteca; impuesto a la manda forzosa; la contribución que se impone a las profesiones y ejercicios lucrativos; los derechos por matrículas, exámenes, grados y títulos y las herencias vacantes.
Otra institución que continuaba atendiendo enseñanza media y superior, en cuanto a la carrera eclesiástica, era el Seminario Conciliar, que de acuerdo con la Ley Lerdo acababa de perder sus fincas, por lo que el obispo Pedro Espinosa, el 3 de septiembre, decidió elevar la pensión anual a los cursantes de 145 a 160 pesos. 8
Inicio de la Guerra de Reforma (1858)
El 6 de diciembre el gobernador Anastasio Parrodi promulgó la nueva Constitución Política del Estado de Jalisco. El 17 del mismo mes fue proclamado el Plan de Tacubaya, por el cual se dejaba sin vigencia la Constitución Federal. Entonces el presidente de la república Ignacio Comonfort, temeroso de la aplicación del texto constitucional, dio golpe de estado y sin renunciar salió del país. En tanto, los conservadores se adueñaron del poder con el general Félix M. Zuloaga al frente de la presidencia de la república, la cual reclamó constitucionalmente el licenciado Benito Juárez como titular de la Suprema Corte de Justicia.
En Jalisco el gobernador Anastasio Parrodi promovió una coalición de estados para preservar el orden constitucional, e inició así la Guerra de Reforma o de los Tres Años:
El primero fue de victorias contrarrevolucionarias; el segundo de equilibrio de fuerzas, bandolerismo, robo, hambre, oratoria política y literatura de combate; y el tercero, de grandes triunfos para el partido liberal y de la expedición de las segundas Leyes de Reforma [...] 9
El 14 de febrero de 1858 llegó a Guadalajara el presidente de la república Benito Juárez.
Suspensión de clases (1858)
Entre las derrotas y los triunfos militares de conservadores y de liberales que en gran parte tuvieron como escenario el territorio del estado o del departamento –según fuera el caso– de Jalisco, la actividad educativa quedó prácticamente nulificada. El presidente de la Junta Directora de Estudios, licenciado Jesús López Portillo, se retiró a la vida privada, y las instalaciones del Instituto de Ciencias y del Liceo fueron nuevamente convertidas en cuarteles. El 21 de mayo, ante la ejecución del doctor Ignacio Herrera y Cairo, los estudiantes de Medicina se manifestaron indignados contra la tropa asesina de Manuel Piélago. 10 Y finalmente, el 26 de mayo, el régimen del gobernador conservador Urbano Tovar ordenó suspender las clases. 11
El 2 de octubre el profesor Ignacio Fuentes, quien había asumido provisionalmente la presidencia de la Junta Directora de Estudios, dirigió un oficio al secretario de gobierno, en el cual le expresaba que estaban deseosos de reanudar las cátedras del Liceo y del Instituto de Ciencias, por lo que solicitaban “no sólo la desocupación del edificio en que deberán darse aquellas, sino hacer en éste, por el estado en que se encuentra algunas reparaciones indispensables [… y así] cese la paralización de la Enseñanza Secundaria y Profesional”. 12
En tanto, en la ciudad acontecían encarnizados combates que dieron el triunfo a los liberales el 27 del citado mes de octubre. En consecuencia, el 2 de noviembre se convocó al licenciado Jesús López Portillo y a los demás miembros de la Junta Directora de Estudios a reasumir sus funciones lo más pronto posible, aunque aún no se desalojaban los planteles escolares.
Sin embargo, el 14 de diciembre las tropas del general Miguel Miramón derrotaron en Poncitlán a los liberales, ocupando Guadalajara dos días después. El 8 de enero de 1859 Miramón nombró gobernador del departamento de Jalisco al general Leonardo Márquez Araujo.
Referencias
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Laura Edith Domínguez González, El Instituto de Ciencias de Jalisco, Guadalajara, Unidad Editorial del Gobierno del Estado de Jalisco, 1987, p. 86. ↩︎
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Congreso del Estado de Jalisco, Colección de los decretos…, tomo xiii, p. 439. ↩︎
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Ibid., tomo xiv, pp. 132-133. ↩︎
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Francisco Zarco, Historia del Congreso Constituyente de 1857, México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1987, p. 26. ↩︎
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ahj, Expediente i, P.-8-857; gua/2438. ↩︎
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ahj, Expediente i, P.-8-857, gua /2438. ↩︎
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ahj , Expediente i, P. 7-857, gua /1223. ↩︎
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ahj , Expediente i. P. 7-857, gua /1223. ↩︎
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Luis González y González, Pueblo en vilo, México,fce, sep, 1984, Lecturas Mexicanas núm. 59, p. 14. ↩︎
-
Manuel Cambre, La Guerra de Tres Años. Apuntes para la historia de la Reforma, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1986, p. 112. ↩︎
-
“Matrículas en el Instituto del Estado. Año de 1853, octubre”, aug, Libro número 50. ↩︎
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ahj , Expediente i, P. 1858-gua/1217. ↩︎