La Dirección de Estudios Superiores del Estado de Jalisco (1934-1937)

Petición estudiantil de la reapertura de la Universidad al presidente Lázaro Cárdenas (1934)

El 1° de diciembre de 1934 protestó como presidente de la república el general Lázaro Cárdenas, quien había invitado a la ceremonia inaugural de su gestión gubernamental a los estudiantes socialistas de Jalisco, los cuales asistieron en gran número, y luego se entrevistaron con el mandatario para exponerle la problemática que presentaba la educación superior en Guadalajara; le pidieron la inmediata reanudación de las labores escolares, ya que a quienes se estaba dañando era a los estudiantes pobres que no podían acudir a otras instituciones educativas por falta de recursos económicos. El presidente hizo suya la demanda, y sugirió que se quedara en la Ciudad de México una comisión para tratar el asunto.

La comisión fue integrada por Natalio Vázquez Pallares, José Carlos Osorio, Julio Novoa Niz, Pedro Vallín Esparza, Eduardo González Murguía y Enrique Solórzano. El resto de la delegación regresó a Guadalajara bajo la responsabilidad de José Parres Arias y José Santos Medina.

En las posteriores entrevistas que sostuvieron el presidente de la república y los miembros de la comisión, se acordó la restitución de la Universidad de Guadalajara bajo la orientación socialista; el ofrecimiento presidencial de nombrar un representante personal que acelerara y vigilara los trabajos para la restitución de los estudios superiores, y la entrega de un subsidio mensual para la organización estudiantil socialista.1

Sin duda, el presidente de la república preveía las fuertes reacciones que se vendrían en Jalisco –un estado particularmente levantisco en las cuestiones educativas–, ante la promulgación el 13 de diciembre de la reforma al artículo 3º constitucional, por lo que era necesario un grupo estudiantil organizado y combativo afín a la ideología socialista.
El artículo 3º quedó redactado en los siguientes términos:

La educación que imparta el estado será socialista, y, además de excluir toda doctrina religiosa, combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.2

Fundación del feso (1934)

El 16 de diciembre3 se fundó el Frente de Estudiantes Socialistas de Occidente (feso), cuyo principal ideólogo y primer secretario general fue Natalio Vázquez Pallares. La nueva organización estudiantil se proponía

formar en sus miembros y en los demás estudiantes una fuerte disciplina clasista al servicio de las masas explotadas y en contra de la burguesía opresora. Por lo tanto, el feso, en su conjunto y las individualidades estudiantiles a él adheridas, se comprometen a apoyar en todos los sentidos los movimientos que se emprendan en pro de las reivindicaciones de los obreros y de los campesinos.4

Miembros del primer comité directivo del feso

El resto del primer comité central fue integrado por Laura Rosales Arreola, secretaria de actas y acuerdos; Eduardo González Murguía, secretario de organización y estadística; Julio Novoa Niz, secretario de finanzas; Carlos Osorio Aguilar, secretario de propaganda; José Santos Medina, secretario de prensa; y Pedro Vallín Esparza, secretario de acción social.

En el discurso inaugural de la nueva organización, Alfredo Corona Ibarra “señaló que la lucha principal de esa agrupación era reinstaurar la educación superior en Jalisco; pero no cualquier tipo de educación, sino aquella comprometida con los tiempos de transformación que se vivían”.5

El feso se dio a la tarea de realizar su cometido al integrar los comités de estudiantes de las escuelas para propiciar el establecimiento de la Dirección de Estudios Superiores. Véase el siguiente cuadro con los secretarios generales del feso (cuadro 1).


Cuadro 1. Los secretarios generales del FESO
Año Secretario General
1934 Natalio Vázquez Pallares
1936 José Parres Arias
1937 Eduardo González Murguía
1938 Alfonso García Ruiz
1939 Rodolfo González Guevara
1940 José de Jesús Limón
1941 Jesús Vázquez Pallares
1942 Víctor Aguilar Obledo
1943 Jorge Gómez Collazo
1944 Roberto Vallín de León
1945 Agustín Peña Prieto
1946 Jorge Carlos Castro
1947 Palemón Rodríguez Gómez
1948 Fernando Arauz Gutiérrez
1949 Fernando García Robles
1950 Raúl Padilla Gutiérrez

Ley Orgánica de la Educación Superior del Estado de Jalisco (1935)

El 26 de febrero de 1935, el gobernador del estado, Sebastián Allende, expidió la Ley Orgánica de la Educación Superior6, por la cual se estableció la Dirección de Estudios Superiores del Estado de Jalisco.

Objetivos de la educación

En los considerandos de la Ley, se prescribió que la educación en todos sus grados debía ser reformada para el cumplimiento de arraigar las reformas de nuestra Constitución, tendería a formar técnicos y profesionales útiles y tratar de desterrar a las profesiones liberales. Se educaría para despertar la conciencia de responsabilidad colectiva, por medio de las disciplinas que fomentaran tal actitud. Se deberían desterrar los prejuicios desarrollados por la sociedad burguesa sobre el trabajo manual, por lo que urgía una transformación ideológica, pues sin ella la reforma carecería de valor. Se transformaría el papel de los intelectuales para que se convirtieran en sostenes y guías de las luchas de clases, y no en consejeros y aliados de los explotadores.

También se señaló que era necesaria la introducción de reformas radicales en las disciplinas históricas y ciencias sociales, para que suscitara el proceso dialéctico, alejando la consideración de la realidad social como un todo sujeto a principios superiores. Se tendrían como ideales supremos de esta revolución la independencia de las clases trabajadoras, y para esto se proponía la formación de técnicos en actividades económicas. Se formaría un instituto de educación social, cuyos objetivos serían los de difundir ideas y doctrinas que destruyeran los prejuicios y desarraigaran los fanatismos que estorbaban la transformación del país, y se declaró que era contrarrevolucionario prolongar el receso de la educación superior.

Fines

Se establecía en el estado de Jalisco la Dirección de Estudios Superiores como dependencia del Poder Ejecutivo, cuyas finalidades serían la investigación científica; la impartición de la educación superior, profesional y técnica de acuerdo con la ideología del artículo 3º constitucional; y la difusión de la cultura, considerándola no como una finalidad, sino como un instrumento al servicio de las necesidades de la colectividad.

Integración

La Dirección de Estudios Superiores se integraría por las Escuelas Secundarias para Varones y Señoritas, la Escuela Preparatoria de Jalisco, la Escuela Politécnica, la Escuela Bancaria y de Comercio, la Escuela de Odontología, la Escuela de Veterinaria, el Instituto de Ciencias Sociales, el Instituto de Ciencias Médicas y Biológicas, el Instituto de Ciencias Matemáticas y Físico Químicas, el Instituto de Orientación Social, el Taller de Bellas Artes, salas de exposiciones, conciertos y conferencias, el Departamento de Cultura Física, el Departamento de Bibliotecas del Estado y el Observatorio Astronómico y Meteorológico del Estado.

Gobierno

La autoridad suprema en materia de estudios superiores la ejercería el Ejecutivo del estado a través del director general de Estudios Superiores.

En cada escuela o instituto se organizaría un Consejo, integrado por el director, un representante de los profesores y un representante de los estudiantes.

Manifestaciones estudiantiles en contra de la Ley de la Educación Superior (1935)

Un día después de la publicación de la Ley de la Educación Superior –27 de febrero–, se organizó una gran manifestación para mostrar el descontento ante los cambios que prescribía:

Desde la Plazuela de las Nueve Esquinas, estudiantes universitarios, alumnos de las Escuelas Preparatoria y Normal, y jóvenes pertenecientes a los centros educativos privados encabezaron una marcha que tuvo desenlaces violentos, pues al llegar al Palacio de Gobierno, una verdadera batalla campal se desencadenó entre los estudiantes y sectores del Partido Nacional Revolucionario que se solidarizaron con la Ley.7

El 1° de marzo de 1935 tomó posesión como gobernador del estado el coronel Everardo Topete, en medio de la oposición generalizada a la política educativa del régimen, y tres días después

[…] un numeroso contingente de hombres, mujeres y jóvenes se reunió en la Plaza de la Universidad, desde donde fueron pronunciando varios discursos en contra de la educación socialista, al tiempo que grupos de contra manifestantes trataron de hacer público su apoyo al gobierno estatal. El desenlace fue esta vez sangriento pues cuando la marcha se encontraba al frente de la Catedral se desató un fuerte tiroteo en donde tres personas perdieron la vida. Numerosos fueron los heridos y lesionados, al igual que los aprehendidos por la policía de la ciudad.

El acontecimiento acaecido en pleno centro de Guadalajara conmocionó profundamente a toda la Entidad, pero el gobierno estatal se mostró inflexible, expidiendo un comunicado el mismo día de los sucesos. Se culpaba a “Los elementos fanáticos y a los estudiantes reaccionarios instigados por los clericales”, al tiempo que se prohibió, a partir de esa fecha, la realización de toda manifestación pública [...]8

Sobre la identidad de las víctimas, en El Informador del día siguiente se leía:

Por lo que respecta al caso de dicho abogado [Torres González] se sabe que unos individuos lo agredieron a balazos en el Portal Morelos, frente a la esquina del edificio que ocupa el cine Lux, en los precisos momentos en que el propio profesionista trataba de defender a un jovencito de las iras de aquéllos.

En cuanto a los otros dos casos de homicidio, ninguno de ellos se tiene [información], debido a la confusión reinante durante los sucesos. Lo único que podemos decir es que el campesino Crescenciano Nuño cayó sin vida en el cruzamiento de la avenida Corona y calle Morelos, en tanto que el mecánico José López, que acostumbraba estacionarse en el sitio de automóviles Lux, quedó inerte en la banqueta frente a la Catedral.9

Fundación de la Universidad Autónoma de Occidente (1935)

El 18 de marzo de 1935, Ángel Leaño Álvarez del Castillo, J. García Flores, José González, Genaro Esquivel, A. González y tres personas más, publicaron el documento Constitucionalidad de la autonomía universitaria en Jalisco, en el cual pedían al gobernador del estado de Jalisco Everardo Topete:

[…] 3 ª Sin tomar a su cargo la enseñanza universitaria o superior, crear un instituto autónomo que la imparta (Universidad Autónoma) formándole un patrimonio y otorgándole un subsidio para contribuir a su sostenimiento.

De acuerdo con la última de las soluciones indicadas, la enseñanza universitaria o superior no es impartida por el estado, sino que simplemente recibe de él ayuda. Por tanto, la determinación del carácter y forma de la enseñanza impartida por la Universidad, queda a cargo de ésta, sin que esté obligada a sujetarse a las normas educativas que constitucionalmente obligan al Estado.10

A lo cual el gobernador Everardo Topete, el 21 de marzo inmediato, contestó:

[…] Quiero repetir a ustedes lo que ya he expresado a todas las comisiones de estudiantes que han estado a verme y que seguiré sosteniendo, seguro del amplio respaldo de los elementos identificados con la causa revolucionaria del país, a propósito de la tan debatida cuestión de la enseñanza superior: que la administración a mi cargo, en uso de la facultad que concedió al Ejecutivo la H. Cámara de Diputados, no sólo por obligación, sino por convicción revolucionaria, quiere aceptar la responsabilidad del encauzamiento de la educación en todos sus grados, por medio de su intervención directa en su desarrollo y organización, convencido de que las razones de conveniencia social y de orden público, que ya expresé a la citada Confederación en el escrito a que antes me refiero, demuestran el inconveniente del establecimiento, por ahora, en nuestro medio, de una Universidad Autónoma.11

Y ante la imposibilidad de acercar posiciones con el gobierno, de hecho el 3 de marzo del citado 1935, los estudiantes Carlos Cuesta Gallardo, Ángel Leaño Álvarez del Castillo, Antonio Leaño Álvarez del Castillo y un grupo de profesores opuestos a la orientación socialista de la educación, habían decidido fundar la Universidad Autónoma de Occidente –posteriormente de Guadalajara–, nombrándose como su primer rector al licenciado Agustín Navarro Flores.

A principios de mayo de 1935, el presidente de la Federación de Estudiantes de Jalisco, Carlos Cuesta Gallardo, se trasladó a la Ciudad de México para tramitar la incorporación de estudios de la Universidad de Occidente a la Universidad Nacional Autónoma de México. A él se agregó el mismo rector Navarro Flores, quien por oficio del 29 de mayo del citado 1935, lograron la formal promesa de la unam de incorporación de estudios.

Finalmente, el 8 de julio de 1935 la Comisión de Grados y Revalidación de Estudios de la unam determinó:

Se incorporan a la Universidad Nacional de México las enseñanzas correspondientes a los años cuarto y quinto de todos los Bachilleratos y a las carreras de Ingeniero, Abogado y Médico Cirujano y Partero, a que se contraen las solicitudes correspondientes, y que se imparten respectivamente en las Instituciones arriba enumeradas.12

Posteriormente también se incorporaron los estudios de Farmacia, Odontología y Comercio. Y a partir de entonces su denominación oficial fue Universidad de Occidente incorporada a la Universidad de México.

El 26 de marzo de 1935 fue nombrado director general de Estudios Superiores del Estado de Jalisco el licenciado Julio Acero. De inmediato se abrieron las inscripciones escolares y se previó el mes de abril para el inicio de las clases.

Gestión directiva de Julio Acero (1935)

En junio de 1935 tuvo lugar la inauguración oficial de las clases con la nueva organización académica y bajo los postulados del socialismo. En dicho acto el presidente del feso Natalio Vázquez Pallares pronunció un discurso denunciando la presencia de catedráticos católicos, por lo que el director de Estudios Superiores Julio Acero le hizo un fuerte extrañamiento.

Visita de Lázaro Cárdenas al FESO y sus consecuencias (1935)

El 18 de julio arribó a Guadalajara el presidente de la república, Lázaro Cárdenas, quien patentizó su apoyo al Frente de Estudiantes Socialista de Occidente con una visita a su sede para tomar el café. Los dirigentes José Parres Arias, Miguel Rábago, Natalio Vázquez Pallares y Gonzalo Cabrera demandaron la clausura inmediata de las escuelas autónomas, criticaron el funcionamiento de la Dirección de Estudios Superiores –en particular a su director Julio Acero– y pidieron un local para establecer la Casa del Estudiante:

De esas demandas, el Ejecutivo Federal sólo contestó a las dos últimas; aconsejó al gobernador Everardo Topete que se allegara de colaboradores en el ramo de la educación más comprometidos con el plan de reivindicaciones sociales, y en una servilleta de papel oficializó la entrega del edificio que requerían los fesistas.13

En atención al consejo presidencial el gobernador Everardo Topete cesó al licenciado Julio Acero como director de Estudios Superiores del Estado de Jalisco, en su lugar se nombró el 11 de julio a Alberto Terán, pero no tomó posesión del cargo y los asuntos administrativos fueron atendidos por el secretario de la dependencia, el doctor Ramón Córdova, a quien finalmente se le nombró director.14

Gestión directiva de Ramón Córdova (1935-1937)

Durante 1936 el gobernador del estado, Everardo Topete, hizo posible la realización de los murales de José Clemente Orozco, en lo que más tarde fue el Paraninfo universitario Enrique Díaz de León.

A finales de 1936 una comisión de autoridades y estudiantes viajaron a la capital del país para gestionar en la Secretaría de Educación Pública la clausura de las escuelas autónomas, pero la Secretaría de Educación Pública se mostró muy débil ante la demanda, e incluso propuso la fusión de la Dirección de Estudios Superiores y la Universidad Autónoma de Occidente: “Paso seguido se iniciaron las reuniones, visitas y debates, que algo dejaban en claro, y era que los estudios públicos debían retomar su carácter”.15

El 18 de enero de 1937 renunció como director de Estudios Superiores el doctor Ramón Córdova, aunque continuó encargado del despacho hasta el 16 de febrero, fecha en que se nombró para sustituirlo al licenciado Constancio Hernández Alvirde.

Gestión directiva de Constancio Hernández (1937)

El 1° de mayo de 1937 los estudiantes del feso y algunos obreros, luego del desfile del Día del Trabajo, asaltaron las instalaciones de la Universidad Autónoma de Occidente; Rodolfo González Guevara, uno de los participantes, así evocó lo acontecido:

En un mitin del 1º de mayo de 1937 o 38, participamos como FESO, en apoyo a los trabajadores. Al término nos fuimos a otro mitin que se celebraba enfrente del edificio de la U. de G., en contra de la Universidad Autónoma. La UAG estaba luchando entonces por su registro. Al poco rato nos calentamos, y de allí, del mitin empezamos a gritar en coro: A quemar la Autónoma, y nos fuimos a las oficinas de ésta; estaban entonces en la avenida Alcalde, enfrente del Templo de San José. Íbamos en el grupo Jesús Vázquez Pallares, El Chonchón y yo.

Éramos un grupo grande. Derribamos las puertas, entramos a las oficinas de la rectoría, destrozamos todo lo que estaba a nuestro paso […] Hicimos pedazos los muebles, aventamos al suelo las máquinas de escribir, los papeles de los archiveros. Y se hizo un escándalo nacional; por ese escándalo, en la UNAM, inclusive aquellos que se oponían en el Consejo Universitario a darle el registro a la UAG, se lo dieron. Fue un error de nuestra parte que nunca imaginamos tuviera tanta trascendencia.16

Al final llegó el ejército y la policía municipal y ya no se presentaron ni enfrentamientos ni arrestos.

Propuesta de la unam para la solución del conflicto universitario jalisciense

La unam hizo contacto con el gobernador del estado de Jalisco, Everardo Topete, para buscar la solución a la problemática planteada por el establecimiento de la educación socialista en Jalisco y la fundación de la Universidad Autónoma de Occidente, por lo cual el mandatario, tras haber estudiado ampliamente la situación, delegó la responsabilidad para participar en las deliberaciones con las Universidades de México y Autónoma de Occidente en los licenciados Constancio Hernández Alvirde e Ignacio Jacobo Magaña, y los estudiantes José Parres Arias y Rodolfo González Guevara.

Las propuestas de la unam presentadas por su rector Luis Chico Goerne fueron:

  1. Organícese la Universidad de Guadalajara fundiéndose los actuales planteles dependientes de la Dirección de Estudios Superiores y de la Universidad Autónoma de Occidente.
  2. La Universidad de Guadalajara ya tendrá como fines la cultura superior, la investigación científica de los problemas del estado de Jalisco y la acción social universitaria, constituyéndose para ese efecto las facultades, escuelas e institutos correspondientes y el Departamento de Acción Social.
  3. Las actividades de la Universidad de Guadalajara se realizarán sin restricción ideológica, de ninguna especie.
  4. El gobierno de la institución estará a cargo del Consejo Universitario, el cual se integrará con: el rector, los directores de las facultades, escuelas e institutos y las academias de profesores y estudiantes.
  5. El Consejo de la Universidad ejercerá la autoridad máxima, siendo su presidente el rector designado por el propio Consejo, quien además será el jefe nato de la institución y su representante legal. El Consejo nombrará también a los directores de las escuelas, facultades e institutos de acuerdo con las normas reglamentarias que se expidan.
  6. El profesorado de la nueva institución será inicialmente escogido por la comisión que la rectoría de la Universidad Nacional de México ha nombrado para intervenir en las dificultades que se han suscitado, seleccionándose del personal docente de los planteles dependientes de la Dirección de Estudios Superiores y de la Universidad Autónoma de Occidente, procurando que todas las corrientes del pensamiento tengan representación adecuada en la cátedra, teniendo el cuidado de no designar a personas que han utilizado la docencia como medio para fines de política militante y con propósitos de alteración del orden público [...]
  7. El gobierno del estado de Jalisco se servirá otorgar los edificios que actualmente ocupan los institutos dependientes de la Dirección de Estudios Superiores del Estado, y desaparecida esta Dirección y la Universidad Autónoma de Occidente, entregará anualmente a la Universidad de Guadalajara la misma cantidad de dinero, que viene destinando para todas las dependencias de la Dirección de Estudios Superiores mencionada.
  8. La fusión sugerida se realizará sobre la base del menor perjuicio para la revalidación de los estudios de los estudiantes [...]
  9. Y se formulará una ley especial que garantice y amplíe las sugestiones anteriores.17

La posición de Everardo Topete ante las propuestas de la unam

El gobernador del estado consideró que aceptar las anteriores proposiciones “significaría una traición para los compromisos que he contraído con el pueblo que me elevó al poder y una contradicción manifiesta a mi manera de pensar, que no admito claudicaciones de esa especie”.18

Por lo que dirigió una comunicación a la unam en los siguientes términos:

[...] Estimo también que aceptar las bases que propone produciría el estancamiento del movimiento de desfanatización, y en consecuencia de igualdad social, iniciado a costa de tantos esfuerzos por la Revolución Mexicana que todos estamos obligados a continuar.

[...] Mi gobierno aceptará, desde luego, cualquier solución [...] propuesta, siempre que ellas no signifiquen modificación alguna a los propósitos básicos de la actual educación superior de Jalisco.19

Dirigentes de la futura Universidad Autónoma de Guadalajara hacen uso de la denominación histórica Universidad de Guadalajara

Una vez que las partes fijaron sus posiciones irreductibles, se planteó la cuestión fundamental: ¿cuál institución de enseñanza superior jalisciense heredaría la denominación histórica de Universidad de Guadalajara?

Los autónomos no perdieron el tiempo, y el 22 de julio de 1937 el segundo rector de la Universidad de Occidente doctor Fernando Banda, viajó a la Ciudad de México para tratar la problemática que planteaban las bases propuestas por la Universidad Nacional para la incorporación de estudios, entonces declaró:

Que el Consejo Directivo de la antigua Universidad Autónoma de Occidente aceptó las proposiciones de la Rectoría Nacional, y para que la renovación propuesta se haga total, tomó la decisión de que el nuevo instituto se denomine Universidad de Guadalajara, la cual constará de Facultades y Escuelas de Derecho y Ciencias Sociales, Medicina, Ciencias Químicas, Odontología, Escuela Preparatoria, Comercio e Ingeniería.

El mismo doctor Banda dice haber conseguido luego que la incorporación recientemente concedida por la Universidad Nacional de México a la extinta Universidad Autónoma de Occidente, se conceda luego también a la Universidad de Guadalajara; habiéndose aprobado tal cosa hoy por el Rector de la Universidad Nacional Autónoma, licenciado Luis Chico Goerne.20

El 24 de julio inmediato el doctor Fernando Banda, ostentándose ya como rector de la Universidad de Guadalajara, publicó en El Informador una inserción pagada titulada precisamente “Universidad de Guadalajara”, en la cual comunicaba:

Ayer quedó aprobado por el Consejo de la citada Universidad de Provincia, adoptar el nombre de UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA, que es el que legítimamente le corresponde y como punto de partida de su reorganización completa; velando así, además, por mantener incólume el prestigio de un instituto de cultura que, no obstante ser respetado en toda la república por su seriedad y por su categoría cultural, fue clausurado mediante decreto que, por razón política del momento, se dictó en los días en que el Lic. [Sebastián] Allende iniciaba la embestida callista contra los centros de cultura.

Al aceptarse sin reserva el plan de la Universidad Nacional de México para ensanchar el esfuerzo cultural sostenido entusiasta y tesoneramente en Jalisco por sus elementos de mayor relieve intelectual, la UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA vuelve a la vida, teniendo ante sí un panorama social más amplio y fecundo y un amor más acendrado por la verdadera cultura, que seguirá floreciendo en la ciudad de Guadalajara con la espontaneidad y fuerza con que siempre ha florecido el saber en el Estado de Jalisco.21

En contrapartida, Alfredo Mendoza Cornejo escribe:

Al no haber obtenido los autónomos los resultados apetecidos a través de las negociaciones, la campaña publicitaria de desprestigio a la educación pública y las declaraciones intimidatorios de algunas autoridades de la unam y de la dirigencia de la cne optaron por cambiar el nombre a su institución de Autónoma de Occidente por el de Universidad de Guadalajara, lo que sin duda les acarrearía múltiples beneficios en el corto tiempo. Así, en una junta de sus autoridades, se autodesignaron Universidad de Guadalajara, en un acto de temerario plagio histórico.22

Por lo que resulta paradójico que esta acción de los dirigentes universitarios autónomos Ángel y Antonio Leaño Álvarez del Castillo, Carlos Cuesta Gallardo y el citado doctor Banda, entre otros, determinó la quinta restauración de la Universidad de Guadalajara.


Referencias
  1. Mendoza Cornejo, Organizaciones y movimientos estudiantiles…, pp. 14-15. ↩︎

  2. Francisco Larroyo, Historia comparada de la educación en México, México, Porrúa, 1973, p. 492. ↩︎

  3. Pedro Vallín Esparza, “Raíces del Frente de Estudiantes Socialistas de Occidente (feso)”, La gaceta, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm. 45, abril de 1986, p. 3. ↩︎

  4. Mendoza Cornejo, “Anexo. Estatutos del Frente de Estudiantes Socialistas de Occidente”, Organizaciones y movimientos estudiantiles…, p. 171. ↩︎

  5. Ibid., p. 16. ↩︎

  6. Ley Orgánica de la Educación Superior del Estado de Jalisco, Estudio introductorio de Héctor Sahagún González, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1982, serie Testimonios universitarios, núm. 2. ↩︎

  7. Pablo Yankelevich, La educación socialista en Jalisco, Guadalajara, Departamento de Educación Pública del Estado de Jalisco, 1985, p. 84. ↩︎

  8. Ibid., pp. 84-85. ↩︎

  9. “Sangrientos sucesos ocurrieron ayer a mediodía en esta ciudad”, El Informador, Guadalajara, 4 de marzo de 1935, p. 1. ↩︎

  10. Murià et al., Historia de Jalisco…, p. 545. ↩︎

  11. Ibid., p. 546. ↩︎

  12. Universidad de Occidente Incorporada a la Universidad Nacional de México, Datos de su fundación, incorporación y funcionamiento durante el periodo escolar 1935, Guadalajara, Librería Font, 1936, p. 4. ↩︎

  13. Mendoza Cornejo, Organizaciones y movimientos estudiantiles…, p. 28. ↩︎

  14. González Gutiérrez, op. cit., p. 291. ↩︎

  15. Mendoza Cornejo, Organizaciones y movimientos estudiantiles..., p. 70. ↩︎

  16. Hermenegildo Olguín Reza, Sucesión en Jalisco. Las horas del diluvio, Guadalajara, s.e., 1995, pp. 13-14. ↩︎

  17. Raíces Universitarias, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, núm.
    35, marzo de 1987, periódico mural, Alfredo Mendoza Cornejo (coordinador). ↩︎

  18. Idem, loc. cit↩︎

  19. Idem, loc. cit↩︎

  20. “Universidad de Guadalajara”, El Informador, Guadalajara, 23 de julio de 1935, p. 1. ↩︎

  21. Fernando Banda, “Universidad de Guadalajara”, El Informador, Guadalajara, 24 de julio de 1937, inserción pagada, p. 2. ↩︎

  22. Mendoza Cornejo, Organizaciones y movimientos estudiantiles…, p. 78. ↩︎